lunes, 3 de agosto de 2015

SIN RESPUESTA

En la entrada al paraíso me preguntaron:

-¿Has entendido ya el sentido de la vida?

-¡Sí! -contesté- el ser poderoso y conducir tu propio destino sin dejar que nadie interfiera en él.

-No, aún no has comprendido, debes seguir buscando.

Luego, tuve que esperar errando en soledad varios años más. Busqué la respuesta a aquella difícil pregunta por doquier, pero jamás logré encontrar una que me convenciera. 

Nuevamente se me llevó allí. Volvieron a cuestionarme:    

-¿Has comprendido ya el sentido de la vida?

-Si, lo he comprendido –dije en medio de dudas. El sentido de la vida es saber compartir las     riquezas con nuestros seres queridos y castigar a nuestros enemigos.

-No, sigues sin entender, dentro de ti es donde debes buscar.

Nuevamente se me despidió de aquel lugar y tuve que seguir vagando varios  años más. Busqué dentro de mí, como me dijo aquella voz, al  principio  no  sabía  lo  que  eso significaba, pero luego de un tiempo creí empezar a entenderlo. La tercera vez que  estuve allí tenía la certeza de conocer la respuesta.

-¿Cuál es el sentido de la vida? –me preguntaron.

-¡El amor! El amor es lo que da sentido a la vida.

En ese momento el gran portal frente a mi comenzó a abrirse. Caminé hacia él y vi gente entrando junto a mi. Me pareció que querían aprovechar mi buena suerte y empecé a golpearlos para evitar que siguieran. 

Fue lo último que recuerdo. Luego aparecí aquí y ya no volvieron a llamarme. Hace demasiados años que vago en soledad pero  estoy convencido de que esta vez, cuando me lleven nuevamente allí, tendré la respuesta correcta.             

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